domingo, 22 de junio de 2014

La tercera persona de mi mismo.

Sube el volumen de la música para callar sus pensamientos. Odia el tránsito entre canciones. No puede evitar el desaliento que el silencio le produce. La calle no es más que un camino de vidas que se muestran. Él anda para escapar temporalmente de lo que le atormenta, que en realidad no sabe con precisión qué cojones es.