Debilidad de voluntad

~ ¡Cómo golpeas en el pecho arrancado todo ápice de olvido y progreso! ~

Una vez y otra y otra y otra...

Me encantaría saber el porqué de que en mí no surta efecto el refrán de "quien quiere puede".

En busca y captura

No soy ningún magnate del éxito ni un hermano de la felicidad, faltaría más. Aclaraciones expuestas continuo. Hoy no voy a irme demasiado por las ramas ni a hacer digresiones que solo se descifran ordenando el caos de mi locura. Hoy intentaré no utilizar apenas ningún tecnicismo que hagan de muro de contención de mi argumento. Si no me entendéis disculpad mi osadía pero sois gilipollas o simplemente ignorantes consentidos. ~Primera digresión de la noche.~

Diálogo interior

-¿Vamos a ahogarnos en ese mar de mentiras o piensas, de una puta vez, en dejarlo todo atrás? Tanto te cuesta sonreír que buscas problemas irreales. Haces un mundo de cualquier detalle y lo quemas avivando las cenizas que quedan de tus fracasos.

Con los dedos de la mano

En un primer contacto solo son personas. Nada fuera de lo normal. Puedes mantener una conversación con ellos, salir a dar una vuelta, intercambiar opiniones. Es el tiempo el único que puede crear un vínculo. Dando por hecho que dicho contacto ameno no se trunque desagradable y angosto.

Lo que duele inspira

Tengo estigmas en el alma, no sangran ni cicatrizan, solo hablan y destruyen.
Pocos comprenden, muchos opinan, no hay lógica ni entendimiento alguno.
La vía fácil es rendirse, pero hoy no es ese día.

Clave intravenosa de sol

Desmontaré su visión de perfección, si después de extirparle los órganos se mantiene en pie, creeré en los hijos de puta. (Saint MManson)

Rock, como desayuno diario, enfermedad de música, música de enfermos. Vía de sinceridad sonora. (Rockisdead MManson)

Más allá del puente de tu ego

Hay un lugar al que solo van los descalzos.

Un pequeño horizonte de símbolos amistad sincera, banderas de una honestidad poco frecuente y ausencias de cánones, superficialidad y orgullo.

Ambiciones y otras maneras de dormir.

Cogió las llaves de la mesa, el reloj de bolsillo y algunas monedas sueltas que encontró junto al cenicero. Cuando hubo cerrado la puerta y comprobado con cautela que esta realmente lo estaba, bajó las escaleras tanteando a oscuras. Una de sus manías.